(Articulo escrito por Aitor y Georgina). Aunque no existiese la mitología griega sería fácil reinventarla porque cada rincón de la isla invita a crear historias fantásticas. Los ruidos, los sabores, los olores y las sensaciones que desprende Creta son más sugerentes de lo que cualquier paladar, olfato y ojos puedan percibir. Desbordados por los placeres de Creta, uno no puede más que dejarse llevar, embriagado para disfrutar obscenamente tanto placer...
Llegamos a Creta buscando nuestro propio hilo de Ariadna, intentando que el laberinto cretense nos llevase a recovecos recónditos donde perdernos durante 9 días. Conscientes de que una isla del tamaño de Creta es inabarcable en tan poco tiempo optamos por distribuir nuestra estancia en tres zonas, siempre en torno a los alojamientos donde pernoctábamos, dejando el este para un futuro retorno.