Llámame loca, pero voy a seguir
aprendiendo griego porque ya le he pillado el puntito. Con lo que he
podido balbucear los lugareños me han tomado como griega, me preguntaron
si mis padres eran griegos y que lo hablaba bien. Ellos se sintieron
halagados de que una extranjera quisiese relacionarse en griego, al
parecer algo insólito, y yo más feliz y satisfecha, me "sembra che posso
morire con tutto fatto"... nos regalaban platos de sandía (καρπούζι) y
pasteles καταϊφι.
Hemos pateado bastante, nos hemos
movido, hicimos cerca de 2500 km, ya cada vez lo hacemos mejor porque
esta vez hemos ido sin GPS (nuestra versión sólo tenía Europa
Occidental, excluye parte de Grecia y Creta) pero con nuestro mapa de
carreteras y las indicaciones de los carteles nos ha sobrado, ya
llevábamos entrenamiento. Todavía recuerdo cuando Piero (en Sicilia,
n.d.r), para indicarnos ir al siguiente alojamiento, nos preguntó si
queríamos ir a la manera guiri por la autopista o como un siciliano...
ya podéis imaginar nuestra opción, y allá que fuimos atravesando todos
los campos de cereal, nos tenías que haber visto. INOLVIDABLE, nunca
olvidaré estampa más bella.
Así que puedo deciros que me he
enamorado de Kato Zakros y el este. Sublime, pocos viajeros llegan aquí,
tiene todo lo que nos gusta, un entorno bello y salvaje, playas de
ensueño. Aldeas remotas que me han recordado a la Alpujarra de mis
padres... Vimos calas preciosas, fuimos a Vai por conocer el palmeral, y
pese a ser de lo más turístico no nos pareció masificado para nada.
Cuando volvíamos de nuestro intenso día "playeando" cenábamos en las
tabernas de la playa: Platanakis, asado de conejo muy rico, caracoles, y
en Nostos. Especial mención al pueblo de Mochlos, y Xerocampos del
sureste, me quedaría aquí a vivir. Mención especial a la taverna Dolphin
en la playa. Buena comida casera y vino retsina de aúpa..
Desde nuestro segundo alojamiento
visitamos Knossos (visita obligada) y el sur Agia Galini, Komos, Matala y
su Red Beach y por su puesto Kalamaki. Mención especial a la taverna
AVRA de Frangiskos Kioumourtzakis. Aquí y en otras de la zona hay
pescado fresco muy rico, sobre todo gavrós, pescaíto frito malagueño de
toda la vida de Dios, pollo al horno de 10. También fuimos a Stavros
por la playa de Zorba, que mi padre es fan de la película y tuvimos que
ir a conocer el lugar. Tras las tavernas cool junto a la playa, hay una
escondida, menos vistosa y concurrida: la taverna de Zorba. Pues
entramos aquí y nos zampamos una sardinada cada uno espectacular. Muy
buena comida y muy barato. Lo lleva una familia muy humilde, hicimos la
mejor elección... Por cierto, en nuestras idas y venidas a Kato Asites,
hacíamos un poco el siciliano subiendo por pueblos del monte (luego
descubrimos otro más sencillo)...
Vimos Rethymno, Xania, desde
nuestro tercer alojamiento fuimos a Balos, Kissamos, Paleochora,
Elafonisi, toda esa zona nos gustó mucho mucho. Descubrimos una
discoteca que solo van los lugareños a bailar.
Me he enamorado de las danzas
cretenses. Tengo obsesión. He buscado unos profesores griegos que
enseñan a bailar las danzas aquí en Madrid. La semana que viene voy a un
taller de danza de Tracia-Macedonia, y próximamente darán sirtos y
priniótikos de Creta... qué ilusión me hace...
Tanto hemos disfrutado que hablando
de ello creo que vamos a posponer Malta y vamos a repetir con Creta.
Hemos comido muy bien, el clima nos ha encantado, es perfecto, tienen
mucha agua. Nos han quedado muchas zonas que escudriñar, queremos saber
más del sur, gran desconocido. E incluso tomar para alguno de los días
un ferry que nos acerque a Santorini (por verlo ya que no queda lejos)
porque ir expresamente nos parece de guiris, y ya digo me quedo 1000
veces con Creta. Ya nos diréis alguna compañía que os parezca bien. Yo
por lo pronto, voy a ir entreteniéndome en buscar los vuelos... ya pongo
el crono en hora...
Articulo escrito por I.R.
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