(Diario de viaje de Pedro y Marisa). Este
verano nos fuimos las dos primeras semanas de agosto a Creta. Al
principio nos preocupaba un poco el calor, pero con unas temperaturas
máximas de 30 ºC y mínimas de 20 ºC solo teníamos que procurar
durante las horas centrales del día estar tranquilos a la sombra de
algún lugar. A partir de las tres de la tarde las temperaturas se
tornaban muy agradables para cualquier actividad, aunque hay que
reconocer que el mejor tiempo para visitar la isla sea durante la
primavera.
Palacio de Festos
Lo
recomendable es alquilar un coche y dejarse llevar por la isla. Al
principio choca la manera de conducir, donde las normas de
circulación son algo relativo y de libre interpretación, pero lo
mejor es adaptarse al estilo cretense de conducción, manteniendo
siempre el sentido común y la prudencia necesaria. No se suele
conducir a gran velocidad, entre 80 y 100 km/h en las carreteras
mejor acondicionadas. En los adelantamientos los cretenses se apartan
sobre el arcén para facilitar el adelantamiento, igualmente si
alguien está adelantado en la dirección contraria, la buena
costumbre es arrimarse al arcén para dejar pasar mejor.
Iglesia bizantina en Fodele
Arcos en el monasterio de Agia Triada
Las
señales de circulación suelen estar duplicadas en alfabeto latino y
en alfabeto griego o ambos simultáneamente, aunque el mayor problema
no era leer el alfabeto griego, sino encontrar la señal adecuada e
interpretarla correctamente, una flecha indicando una determinada
dirección no siempre implicaba que esa fuera la dirección adecuada.
Interior del monasterio de Agia Triada
Puerto de la Canea o Chania con la Mezquita de Hassan Bajá
No
tuvimos ningún problema de comunicación, en Creta encontramos
siempre gente amable; cualquiera que tenga trato con turistas habla
inglés, y si no, lo entiende. Es fácil tener una conversación con
los cretenses, en las taquillas del palacio minoico de Festos nos
enseñaron algunas palabras en griego y siempre se podía tener algo
de conversación con los camareros que nos invitaban a pasar a su
local, aunque no entráramos. A mitad de camino entre Loutra y
Kyrianna, en dirección a nuestro Hotel hay un restaurante a la
derecha de la carretera, cuyo nombre no consigo recordar, con una
terraza donde se puede ver toda la costa de Retimno, allí nos atendió
un camarero muy amable que sabía algo de español y en todo momento
nos preguntaba por nombres o expresiones en español.
Faro de Chania
Fachada de la iglesia del monasterio de Arkadi
El propietario de nuestro hotel es un tío grande. Se ve que le gusta lo que hace y
siempre está dispuesto a conversar y a aconsejar para las
actividades del día. Él nos dio las primeras nociones de griego. En el segundo alojamiento J. siempre nos dio algún consejo de que hacer durante el
día y G. con su humor era un aliño más durante las cenas. En el tercer alojamiento tanto el hotel como el servicio eran impecables. Y
en el último dimos buena cuenta del pan, el melón, los
tomates, el aceite, las olivas, el yogur y la miel que la propietaria S. nos
dejó en la habitación. Visitando la zona vimos que S. y su
familia se preocupan por su desarrollo y conservación.
Interior del monasterio de Arkadi
Ruinas de Aptera con las montañas de Lefka Ori al fondo
El
milagro de la dieta cretense tiene merecida fama, una comida
compuesta por productos locales, rica en frutas, verduras y cereales,
donde todavía se conserva la dieta mediterránea sin adulterar. Los
precios son bastante interesantes para el turista, en una taberna
normal el precio oscilaba en torno a los 15 euros/persona, el postre
por cuenta de la casa, que solía ser sandía por ser temporada. En
sitios más selectos podía costar de 25 a 30 euros/persona y en
lugares más sencillos, en los pueblos, unos 7 euros/persona, no
había tanta variedad y la presencia no estaba tan cuidada, pero
estaba igual de bueno. Si tenéis oportunidad de cenar en el primero alojamiento donde estuvimos nosotros hacedlo, y en el segundo Hotel hay que ir a cenar con hambre.
Café-Taberna-Pizzeria La Strada. Con el tiempo te acostumbras al alfabeto griego.
Lago de Kourna con sus aguas cristalinas
Seguidos
por el consejo de María de Zágara Viajes y de J. intentamos evitar
los lugares frecuentados únicamente por turistas. Recomendados por
J. fuimos al Thalassino Ageri en Chania para probar buen pescado, un
lugar frecuentado por las gentes del lugar. Aquella tarde dudamos si
bajar directamente de las montañas a cenar o pasar antes por el
Hotel y refrescarnos, que fue lo que hicimos. Menos mal, porque
nuestra sudorosa estética trekking no hubiera conjuntado con la
elegante clientela del restaurante. En Tamam, también en Chania, la
comida griega y turca es rica y abundante.
Puerto veneciano de Retimo
Playa de Plakias
Chania
y Retimo fueron seguramente las ciudades más bonitas que visitamos,
también las más turísticas, aunque por lo general los pueblos por
los que pasamos no es que fueran especialmente bonitos. En el norte
hay más influencia veneciana, en el sur se pueden ver pueblos con
sus fachadas pintadas de blanco y en el este la arquitectura
tradicional está mejor conservada. Merece la pena hacer una parada
en Agios Nikolaos y visitar su lago en el centro de la ciudad.
Entrando al Cañón de la Muerte...
Acantilados en Kato Zakros
Existen
multitud de restos arqueológicos, imposible de visitar todos. El
palacio minoico de Knossos es el más grande de todos, aunque se ve
demasiado hormigón, por otra parte ayuda a tener una mejor idea de
como estaban distribuidas las estancias. En el palacio de Festos, el
segundo en tamaño, lo que se ve es más autentico y su posición
desde un alto domina el valle. El palacio de Malia es el tercero en
tamaño. En el palacio de Zakros llama la atención las cisternas que
todavía contienen agua, en una de ellas se encontró un cuenco con
olivas de hace 3000 años que gracias a las condiciones de humedad
todavía se conservaban hidratadas. En Aptera, a parte de las vistas,
se pueden ver cisternas romanas en perfecto estado de conservación y
otras ruinas de un teatro y varios templos, también hay un
monasterio ortodoxo y una fortificación turca.
Sofá minoico en Zakros
Luna llena en Kato Zakros
El
monasterio ortodoxo más bonito fue sin duda el de Agia Triada de
Zagkarolon y el monasterio de Arkadi impresiona por su dramática
historia.
Hay
playas con un color del agua espectacular y no es difícil encontrar
alguna poco concurrida. Las más bonitas que visitamos fueron la
playa de Balos en la península de Gramvoussa y la de Plakia, aunque
seguro que hay muchas más. En Balos se puede ver en sus aguas todo
el espectro de azules, se puede llegar en barco desde Kastelli o
Trachilos o en coche y luego a pie, como hicimos nosotros y digo que
en ese momento nos arrepentimos de no aceptar el 4x4 que nos
ofrecieron en la agencia, lástima que la arena estuviera sucia con
chapapote.
Vista de Sitia
Creta
tiene unos 250 km de este a oeste y 60 km de norte a sur en su zona
más ancha, cuenta con diferentes cadenas montañosas en su centro
que superan los 2000m. Esto hace que con el coche pasemos en pocos
minutos por paisajes costeros típicamente mediterráneos, huertos,
campos frutales, campos de olivos y bosques de alta montaña. Según
la orientación de los vales, estos pueden ser verdes y frondosos o
secos y ásperos.
Montañas de Kouloukonas
Para
quienes gusten del senderismo existen multitud de cañones a
recorrer, a nosotros que nos gusta no perdimos la oportunidad de
visitar algunos, aunque agosto no es la mejor época, por eso tampoco
elegimos los de mayor recorrido o complejidad. Decidimos limitar las
excursiones a varias horas de marcha y siempre protegidos del sol y
bien hidratados, en cualquier sitio se puede comprar una botella
fresca de agua. El cañón de Agio Farago desemboca como tantos otros
en una cala de aguas trasparentes. El cañón de Deliana menos
conocido pero sencillo de recorrer y agradable en verano. El cañón
de Theriso, cerca de Chania e impresionante en algunos puntos,
lástima que solo se pueda recorrer en coche. El cañón de
Vavouledo, no tiene los mayores cortados pero posiblemente el más
agradable para el verano de los que visitamos, pues discurre en todo
momento a la sombra de la vegetación. El cañón de Nekron o Dead's
Canyon, por sus tumbas minoicas, un taxi te puede llevar a un punto
medio y de ahí bajar por el cañón hasta la playa de Kato Zakros.
Este trayecto es una autopista de personas. Nosotros preferimos
empezar en Kato Zakros hasta el final en Zakros ida y vuelta.
Tinaja de aceite en el Palacio de Malia
Pasamos
nuestras vacaciones entre playas, montañas, ruinas, monasterios,
pueblos, ciudades venecianas, hablando con las gentes y disfrutando
de la comida, del raki y de la hospitalidad cretense, pero Creta aun
da un poco más de sí. En el altiplano de Nidas se puede visitar la
cueva donde nació Zeus. En Fodele se puede visitar la casa donde
nació El Greco y junto a ella una bonita iglesia bizantina con
frescos. Si se está de paso, merece la pena hacer una parada en el
lago de Kourna con sus aguas trasparentes. La fortaleza veneciana de
Frangokastello nos decepcionó un poco, aparte de las cuatro paredes
desnudas no hay mucho más que ver y los alrededores no son nada
especial. En los pueblos de Meskla y Zourva, en las montañas, se
puede comer buena carne. El olivo de Vouves de 3000 años, existen
multitud de olivos de esta edad por la isla, pero este se supone el
más viejo del planeta. Y muchas otras cosas más que no tuvimos
tiempo de visitar y que nos anotamos para la próxima visita.
Olivo de 3000 años en Palaia Roumata
Cañón de Deliana
Muchas
gracias a Zagara Travel por la elección de los alojamientos y por
los consejos que nos dieron para disfrutar de la isla.
Pedro
y Marisa
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