La isla de Citera (en griego Κύθηρα, Kýthira; en latín Cythera, en italiano Cèrigo) se encuentra al sur del Peloponeso, entre el Cabo
Malea y Creta occidental. Se trata de una unidad administrativa,
geográfica e histórica particular y, a lo largo de los siglos,
estas islas han forjado un carácter muy especial.
Según la mitología griega, Citera es el lugar de nacimiento de
Afrodita y, en esta isla, se adoraba a la diosa del amor como
«Afrodita Urania» o celestial. La isla de Citera es la eterna
fuente de inspiración de artistas, pintores, poetas y eruditos. Es
el lugar mágico por excelencia, muy marcado por su historia y
también por la mitología, en el que se formó una cultura única
debido al gran número de conquistadores diferentes a los que estuvo
sometido en algunos periodos.
La vecina Anticitera, una pequeña isla con pocos asentamientos pero
con una gran historia, supone un auténtico desafío. En esta isla se
descubrió el naufragio antiguo más famoso del mundo, el naufragio
de Anticitera del que se rescataron la famosa estatua de Efebo y el
Mecanismo de Anticitera, único en el mundo. Anticitera invita a los aficionados a
la aventura y la sencillez a descubrirla.
Historia - Cultura
- Arquitectura
Se ha demostrado que Citera estaba habitada desde muy pronto, incluso
desde el periodo prehistórico. En la Antigüedad, es característico
el continuo cambio de las poblaciones que se asentaron en las islas y
se mezclaron con la comunidad local. Los primeros fueron los minoicos
y los fenicios y posteriormente los micénicos, los laconios y en
algún momento también los atenienses. La era helenística y romana
estuvo marcada por el declive y las islas quedaron prácticamente
desiertas. Inmediatamente tras la caída del Imperio Bizantino en
1204, y dañada por los asaltos de piratas durante
el período bizantino, las islas pasaron, junto con el resto de las
Islas Jónicas (conocidas como las Siete Islas), a estar bajo
jurisdicción veneciana. Después del primer período de la
dominación veneciana, en la que la administración se concedió a la
casa del noble Marco Venieri, y durante los cuatro siglos
siguientes,hasta el derrocamiento de la República de Venecia, las
islas forjaron relaciones con Monemvasia y Creta. Tras la dominación
veneciana, las islas pasaron a manos de los franceses, y en 1800
Citera entró a formar parte de la recién creada República de las
Islas Jónicas hasta 1809, cuando se impuso el dominio británico que
abarcó un largo periodo caracterizado por proyectos de desarrollo y
una acción pública creativa, así como por la opresión del pueblo
de Citera. En 1864, cuando se firmó la Unión de las Siete Islas a
Grecia, Citera pasó a ser parte integrante del Estado Griego y desde
entonces comparte la historia nacional del país heleno. Citera ha
desarrollado una identidad cultural muy particular. Esta isla de
grandes contrastes, incluso en su arquitectura, invita al visitante a
descubrirla. Ciudades con castillos, magníficos templos de estilo
bizantino y pos-bizantino, grandes puentes de piedra, escuelas de la
época de dominio británico, tradicionales torreones con piedra
caliza en sus puertas y ventanas, casas señoriales con los escudos
de armas de las antiguas familias nobles, son solo algunos de los
elementos distintivos de la cultura de la isla. Cada verano, el
Municipio de Citera organiza «Viaje a Citera», el festival
municipal anual, con numerosos eventos culturales y artísticos entre
mayo y octubre.
Citera ha dado a conocer a grandes personalidades de las artes y las
ciencias. Educados en los principios y los valores, son los mejores
embajadores de la isla en Grecia y en el extranjero. La contribución
de la Filarmónica Potamos y del Club Náutico sigue manteniéndose
hasta hoy.
En Citera, pueden visitar el renovado Muse Arqueológico en la
entrada de Jora (capital de la isla), la Colección de Obras de Arte
Bizantino y Post-Bizantino en Kato Livadi, la Colección de Arte
Folklórico «Lourantos» en Jora y el Museo de Escudos de Armas
dentro del impresionante Castillo Veneciano en Jora. También
encontrarán exhibiciones privadas y galerías de arte.
Naturaleza – Mar -
Senderos
En contacto directo con la naturaleza, el visitante descubrirá el
interés geográfico y turístico particular de la isla: los
impresionantes desfiladeros, como el de Kaki Lagada en Agia Pelagia;
las cuevas de la isla, de entre las que destaca Agía Sofía
Milopótamos, la de mayor tamaño; y también la región costera de
Ochelles, de donde se extraen las placas de esquisto (que en griego
se llaman «cheloplakes»), características de la arquitectura de la
isla. El maravilloso y cristalino mar de Citera es ideal para bucear
o practicar deportes acuáticos. Gracias a la peculiar ubicación de
la isla, se puede practicar windsurf, vela, esquí, buceo y por
supuesto pesca. Hay un gran número de playas que satisfacen a todos
los gustos. Una particularidad importante de la isla son sus cuevas.
La más conocida de todas es la Cueva de Agía Sofía en Milopótamos,
con espectaculares frescos bizantinos, que se puede visitar durante
todo el verano.
Cabe destacar la impresionante cueva marina de la pequeña isla de
Hytra en frente de Kapsali, desde donde hay ferris diarios para
llegar a la pequeña isla. Durante los últimos años, se ha hecho un
esfuerzo sistemático para promover los senderos de la isla, que
aumentan cada año. Los visitantes pueden seguir las rutas de
senderismo marcadas y cartografiadas y ver los antiguos molinos de
agua, los verdes valles, las cataratas y lugares de gran belleza
natural. Caminando por Citera se descubren sus tesoros escondidos. En
estos senderos de tierra también se puede hacer ciclismo.
Lugares religiosos
El norte de Citera
El norte de Citera se caracteriza por sus hermosos pueblos
tradicionales, grandes extensiones de verde y playas de profundas y
azules aguas con arena y piedras. Karavas con sus corrientes de agua
y sus barrancos y Platía Ammos con su playa de arena y su hermoso
pueblo son las poblaciones más septentrionales de Citera. En la
zona, se encuentra el famoso «Faro Moudari» uno de los faros más
grandes e importantes de Grecia, monumento de excepcional
arquitectura. Otro punto de referencia de la zona es el maravilloso
bosque de Gerakari, con sus hermosos senderos y su majestuosa belleza
natural (en verano se aplican restricciones de acceso por razones de
seguridad contra incendios).
Agia Pelagia es el lugar que recibe más visitantes en la isla, con
sus hermosos hoteles de nueva cons
trucción, situados en sus pintorescas colinas. En la zona costera
hay muchas tiendas turísticas, mientras que al oeste encontrarán
una serie de impresionantes playas, así como el imponente abismo del
cañón «Kakia Lagada». Potamos es el pueblo más grande de la
parte norte, con hermosas y antiguas casas señoriales
y una arquitectura excepcional, en el que se combinan la actividad
comercial y turística y la vida nocturna. El tradicional zoco,
colorido y bullicioso, es el lugar de encuentro de los habitantes de
Citera, cada domingo por la mañana. Cerca de Potamos hay
asentamientos de gran interés arquitectónico como Logothetianika,
Perlegianika y Dourianika.
El este de Citera
La parte oriental de Citera se caracteriza por una vegetación
moderada, extensas playas de arena y guijarros rojos y asentamientos
con los colores de la isla. El hermoso asentamiento costero de
Diakofti, con su famoso Naufragio, es el principal puerto de la isla
de Citera, y tiene una magnífica playa ideal para familias con
niños. Avlemonas es el pueblo de pescadores tradicional de la isla,
con su pintoresco puertecito, la mansión «Cavallini» con un reloj
de sol sobre su entrada, y el pequeño Fuerte Veneciano (Castelo) del
siglo XVI. Cerca de Avlemonas se encuentra la ciudad antigua o
Palaiopolis. Ahí se hallaba la ciudad Skandeia de Homero, de la que
se cree que parte se hundió en el mar tras un terremoto. Algunos de
los hallazgos arqueológicos más importantes de Citera se han
encontrado en esta zona. En la colina por encima de Avlemonas se alza
la Iglesia de Agios Georgios
sto Vouno (Agios Georgios en la Montaña), donde el profesor
Sakellarakis descubrió el Pico del Santuario Minoico. Una serie de
hermosas playas se encuentra en el este: Limni, Kaladí, Kombonada y
Fyri Ammos.
El oeste de Citera
Esta zona se caracteriza por su impresionante naturaleza con pequeños
cañones y barrancos, sus arroyos, sus playas desiertas, sus cuevas
marinas y sus pintorescos pueblos. Milopótamos es uno de los pueblos
más bonitos de Citera. «Neraida» con su catarata y el exuberante
Lagkadi con sus antiguos molinos de agua, «Kamari» con su fuente y
la famosa cueva de Agía Sofía son sólo algunos de los puntos de
referencia. En esta parte de la isla se encuentra el Castillo
Veneciano de «Kato Jora» (o ciudad baja), uno de los asentamientos
tradicionales más importantes de la isla, con el león de la
dinastía de Agios Marcos sobre la monumental puerta. El antiguo
Monasterio de Panagía Orfanís, construido sobre una roca, también
se encuentra en esta zona. En el pequeño pueblo de Myrtidia se
encontró el icono milagroso de la Virgen de Mirtidiótisa. El actual
monasterio fue construido sobre la antigua iglesia. La puerta de este
templo impresiona por su tamaño, ya que se hizo para proteger la
imagen de la Virgen de las incursiones de piratas. En la zona hay
muchas playas únicas como Lygia, Lykodimou y Kalami.
El sur de Citera
El sur de Citera se caracteriza por sus castillos y monumentos, sus
pueblos tradicionales, sus verdes colinas y valles y un ambiente
cosmopolita. En Livadi, área comercial del sur de la isla, destacan
el monumental Puente Inglés de Katouni, con sus doce arcos, y la
escuela Inglesa de Milapidea, un edificio
de arcos góticos. Aquí también se encuentra la iglesia bizantina
más antigua que aún se conserva hoy de toda la isla, la iglesia de
Agios Andreas, mientras que en la antigua iglesia post-bizantina de
Analipsi, en Kato Livadi, se alberga el museo-colección«Antigüedades
Bizantinas».
Jora es la capital de Citera y se caracteriza por sus antiguas casas
señoriales y sus pintorescas calle juelas. Las vistas desde el
«Belvedere» son impresionantes. El castillo veneciano domina la
zona no
solo durante el día sino también por la noche, con su impresionante
iluminación. En Jora se encuentran el Museo Arqueológico, la
Colección de Arte Folklórico «Lourantos» y los servicios públicos
de la isla. Cerca de Jora, se encuentra Kapsali, que recibe el
«abrazo» de dos bahías gemelas y del castillo de Jora. Es un punto
de encuentro para darse un chapuzón y también para disfrutar de la
vida nocturna. La segunda cueva de Agía Sofía, con su
impresionante entrada, se encuentra en la verde localidad de Kálamos.
La cercana iglesia de Agios Teologos impresiona
por su arquitectura al estilo de una fortaleza y las vistas hacia el
este. La zona cuenta con pintorescas playas como Chalkós, Fyri Ammos
en Kalamos, Sparaggario y Melidoni.
Interior de Citera
Una de las principales ventajas de la isla es la riqueza de su zona
interior. Pequeños pueblos y asentamientos pintorescos se extienden
por el interior de la isla y suponen un tesoro de arte folklórico
para los visitantes. Mitata y Viaradika son dos aldeas muy verdes
situadas en el centro de la isla. Las fuentes reciben los cantos de
la música tradicional local. El valle que las separa tiene una
belleza única, con pequeñas cuevas «Skilos kai Gatas» (Perro y
Gato) que resaltan sobre sus laderas. Las vistas desde la plaza de
Mitata hacia Palaiopolis y el este son maravillosas. Los tres
espectaculares pueblos tradicionales de Aloizianika, Aroniadika y
Pitsinades, con casas bellamente restauradas y patios, han
permanecido «ocultos» durante años, pese a estar cerca del mayor
cruce de Citera.En el área de Karvounades se encuentran los
asentamientos de Keramoto y Stathianika, con una arquitectura única
y el color de las Islas Jónicas. En el pueblo de Araioi se encuentra
la iglesia de Agios Petros, que data del siglo XIII, con frescos
bizantinos y post-bizantinos.
Productos locales y sabores
Las personas que visiten Citera no solo satisfarán su vista, sino
también su paladar. Los productos locales son de una calidad
excelente. Destaca la famosa miel de tomillo, que lleva muchos años
manteniendo su alta calidad y se considera de las mejores del mundo.
Citera produce aceite de oliva de gran calidad, así como vino. Los
quesos se pueden comprar en los mercados tradicionales al aire libre
en Livadi y Potamos (cada domingo), donde los productores ofrecen
además productos vegetales naturales de la tierra de Citera. La
cocina tradicional de la zona destaca por sus dulces. Los visitantes
pueden probar un amplio surtido que incluye rozedes (dulce de miel y
almendra), dulces almendrados, xerotigana (una especie de buñuelos),
pastas de manzana, pastitseta y muchos otros. También es ineludible
la experiencia de probar el licor local conocido como Fatourada, un
tipo de tsipouro o raki enriquecido con azúcar, canela y clavo. Los
productos que se hacen en los hornos tradicionales de la isla son
especialmente sabrosos. Destacan los famosos biscotes de aceite
locales, que se elaboran siguiendo la receta tradicional de hace
siglos. Los restaurantes de la isla ofrecen una gran variedad de
productos y carnes locales y recetas tradicionales para satisfacer
todos los paladares.
Como llegar a Citera
Vuelos de 35´ a diario desde el Aeropuerto Internacional
de Atenas – Elefterios Venizelos. Pueden también venir en barco
desde el puerto del Pireo (semanalmente). Además hay enlaces marítimos con
Peloponeso, con los puertos de Neápoli (diariamente y es un trayecto de 70 minutos) y Githio (semanalmente), si vienen en coche,
mientras pueden venir a Citera desde Creta tomando el barco desde el
puerto de Kísamos. Si vienen en yate existe la marina en Kapsali en la cual
pueden disponer de todas las facilidades necesarias para un amarre
cómodo y seguro.
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