El Palacio de Knossos |
A tan solo 6 kilómetros desde la ciudad de
Heraklion podéis haceros una idea del esplendor de la cultura Minoica.
Allí entre todos los monumentos arqueológicos se encuentran el famoso
palacio de Knossos, el Caravanserai, la Casa de Sacerdote, la Tumba del
Rey, el Palacete, la Villa Real y la Villa de Dioniso. Si viajáis a
Creta esta es una visita que no se puede perder.
El Caravanserai se encuentra al sur del palacio de Knossos, se llama
también “la casa de los huéspedes” porque los viajeros o los visitantes
que querían tener una cita con el Rey, deberían pasar primero por este
lugar para limpiarse y purificarse. La expiación de los visitantes era
muy importante porque el Rey fue el representante del Dios y también el
sumo sacerdote y el juez. Dentro del edificio se encontraban bañeras y
fuentes de aguas y en las paredes del edificio había frescos con
detalles de naturaleza como perdices y abubillas; un puente conectaba el
Caravanserai con el palacio de Knossos.
El Caravanserai |
Vista al mar desde el Palacio de Knossos |
Knossos puede convertirse en una gran experiencia,
especialmente para aquellas personas que además de interesarse por la
cultura minoica, completan su día visitando posteriormente el museo
arqueológico de Heraklio, donde están en exposición los objetos que se
encontraron en Knossos y que nos permiten tener una visión completa de
quienes fueron los minoicos.
En frente de los “coperos” con nuestra guía Katerina
|
El palacio de Knossos aún hoy permanece conectado
con muchas leyendas, como el mito del Laberinto del Minotauro, el mito
de Zeus y Europa, el nacimiento de Zeus, la historia de Dédalo e Icaro,
etc.
Según cuenta la leyenda de Minotauro un día Neoptuno regaló al rey Minos un torro blanco muy hermoso y que la reina Pasifae, esposa del rey Minos, se disfrazó de vaca para seducir al toro sagrado. De esta unión nacería un engendro, el Minotauro, que Minos por su envidia lo recluyó en el laberinto. Después el rey Minos ordenó a la ciudad de Atenas, que era tributaria de la isla de Creta, a contribuir cada año con 7 varones y 7 vírgenes como sacrificio al Minotauro.
Según cuenta la leyenda de Minotauro un día Neoptuno regaló al rey Minos un torro blanco muy hermoso y que la reina Pasifae, esposa del rey Minos, se disfrazó de vaca para seducir al toro sagrado. De esta unión nacería un engendro, el Minotauro, que Minos por su envidia lo recluyó en el laberinto. Después el rey Minos ordenó a la ciudad de Atenas, que era tributaria de la isla de Creta, a contribuir cada año con 7 varones y 7 vírgenes como sacrificio al Minotauro.
Un pavo real en el recinto, tan bonito como el lugar! |
Desde el punto de vista estrictamente arqueológico
de la conservación y restauración del sitio se podría abrir un gran
debate. Una vez allí podréis quedar sorprendidos y/o decepcionados
porque partes enteras del palacio han sido "reconstruidas" utilizando
hormigón armado en abundancia. Las partes que correspondían a edificios
de madera fueron pintadas en amarillo al principio. Además, las copias
de los maravillosos frescos encontrados durante las excavaciones se han
colocado en los postes originales. Este método de restauración ha sido
criticado por muchos (y de hecho hoy en día ya no se usa) debido a la
utilización de materiales extraños arquitectura minoica. Otros
científicos han puesto en duda algunos de los resultados de Evans (el
arqueólogo inglés que hizo las primeras excavaciones). Aparte de todo
esto, la intuición, la imaginación creativa y el conocimiento científico
profundo Evans siempre han sido admirados. En gran parte se lo debe a
él el descubrimiento del esplendor mundo minoico, que hasta su tiempo
sólo se refleja en la mitología griega. Después de su muerte, las
excavaciones de Knossos, que continúan hasta nuestros días, se han
llevado a cabo por la Escuela Británica de Atenas.
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